Deprimido descargó en ella sus angustias…que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación…todo parecía estar mal en su vida.
Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo:
– Alfredo, quieres este billete ?
-Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo:– Claro Marisa…son 50 dólares, quién no los querría ?
Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle:
– Y ahora igual lo quieres ?
-Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas.
Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado.
– Lo sigues queriendo ?
-Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo rompas conserva todo su valor…
– Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee sigue siendo tan valioso como siempre lo hayas sido…lo que debes preguntarte es cuanto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.
Alfredo quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.
Hay que aprender a valorarse y luchar por conseguir nuestros objetivos.
Recuerda, si luchas puedes perder, pero sino luchas estas perdido.